Mas pues lo poco que mi vida dura
conoces, ten señor la mano airada,
dame un pequeño plazo de holgura
antes que dé principio a la jornada,
para nunca volver, antes que vea
la tierra negra de temor cercada.
La tierra escura, tenebrosa y fiera,
de confusión y de desdén muy llena,
falta de todo bien que se desea,
adonde es noche cuando más serena.
- Fr. Luis de León -
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