viernes, 31 de agosto de 2018

Amor...propio




Si pasamos toda una vida con la misma persona, esa que habitamos y nos mira desde el espejo, unas veces alegre, sonriente; otras, en cambio, con el gesto enfurruñado,  triste o pensativo...  Entonces ¿por qué nos esforzamos tanto en cuidar, mimar, proteger, a un Nadie ajeno, y dejamos abandonado al propio?  Hoy es un buen momento para cambiar. Regálate con generosidad una sonrisa plena de serenidad y ternura. No dejes para mañana....


jueves, 30 de agosto de 2018

Vivir, de eso se trata




Aquel que ha sentido una vez en sus manos temblar la alegría/no podrá morir nunca.
- José Hierro -


Leyendo una entrevista que le hicieron a José Hierro, poco antes de morir, él decía que la vida es alegría e intensidad, y  cada momento algo irrepetible. No puedo estar más de acuerdo. 
Hay etapas duras en la vida, a veces sumamente dolorosas, pero incluso esas entran dentro.  
"Que el Dios de la esperanza os llene de cumplida alegría y paz en la fe para que abundéis en esperanza por la virtud del Espíritu Santo" (Romanos 15:13)

Esta entrada va como recuerdo y homenaje a V., cuya alegría y fe nos acompañará siempre. 

miércoles, 29 de agosto de 2018

Ο Χρόνος και το νόημα της ζωής




Ο Κρόνος είναι ο χρόνος, δηλαδή η προσκόλληση στα παροδικά πράγματα. Κάθε ζωή έχει ένα νόημα. Ο Κρόνος τρώει τα παιδιά του, αυτούς που δεν έχουν βρει το νόημα στη ζωή τους .

martes, 28 de agosto de 2018

lunes, 27 de agosto de 2018

Un lugar a donde siempre quiero volver




¿A qué saben las ciudades? 
Esta, a mí me sabe a sol y  a lluvia; a ricos desayunos de café con  tostada, tomate y delicioso virgen extra; a largos paseos; a palacios y verbenas;  a  museos, cursos y exámenes; a  noches de teatro, cenas en el griego y jazz; a tu bicicleta en el pasillo,  tus plantas en la terraza,  tu orden y estricto equilibrio; a  tus gafas sobre el libro en la mesilla de noche; a  tu sonrisa  y tu mirada; a tu olor… 


domingo, 26 de agosto de 2018

¿Quién sabe?


¿Y si no te hubiese conocido? 
Bienaventurado aquel instante en el que sin deber ni saber, callejeando por la vida, nos encontramos. Qué extraño fue todo, tan natural y a la vez tan sorprendente. 
Ternura y comprensión. Encontrar lo que no buscas, lo que no quieres, lo que no puedes. Pero, de repente, sucede. Te observas a ti misma como a una extraña; sientes cómo caen una a una  todas las murallas que habías levantado, y te contemplas allí  feliz como si nada tuviera importancia, despojada de artificios, vencida sin batalla. 
Tal vez algo muy bueno hayamos hecho para que, entre más de siete mil millones de almas, los hados decidiesen juntar nuestras coordenadas. 
Frente al destino, no hay otra salida que una bendita y dulce rendición. 

"Todo tiene su momento, y todo cuanto se hace debajo del sol tiene su tiempo."  (Ecli. 3, 1)



sábado, 25 de agosto de 2018

En la callada noche de los tiempos




Buitres sin compasión azotan la noche de los sueños mientras los inocentes corderos dormitan  bajo la quietud de las estrellas. Ajenos al peligro, indefensos ante las  crueles garras, víctimas silenciosas de un sacrificio infame destinado a saciar la maldad de miserables  querubines, despreciables servidores de  Balberoth.
¿Acaso podrán ser redimidos  los mansos caloyos por la vigorosa  cizalla de un misericordioso demiurgo?


jueves, 23 de agosto de 2018

Ana y el cartujo I



Entre dos mundos diferentes el silencio manda. Más cuando alguien es como ella de obstinada nunca deja de intentar atravesar la frontera. Como pasaporte, la palabra.
A punto de salir de casa, Ana le mostró la imagen y le preguntó, “¿a qué te recuerda?” (los milagros también existen), con suma apatía y desgana, apenas ojeada la fotografía, el cartujo tan sólo pronunció una palabra: Histología. Y se fue.
Al principio, ella no pudo evitar una tímida sonrisa; se sentía como un viejo guerrero que hubiese llegado  con  su maltrecho escudo sobre el hombro, cansado, pero exultante, tras una larga batalla. “Claro, del griego, el estudio de los tejidos”.
Ahora  ya reía abiertamente casi a carcajadas. Le diese las vueltas que quisiera darle, siempre llegaba al mismo principio. Γνωθι σεαυτόν!



miércoles, 22 de agosto de 2018

Frente a la niebla fría



    no pudo ser vencida
    -ni lo será jamás- ni la llaneza,
    ni la inocente vida,
    ni la fe sin error, ni la pureza,
    por más que la fiereza
    del tigre ciña un lado
y otro el basilisco emponzoñado.
- Fr. Luis de León - 

martes, 21 de agosto de 2018

Geometría



Nosotros. Pura geometría. Círculos continuos de espacio en blanco y negro; aislados, fríos y distantes. Pero cuando los hados magnánimos permiten acercar nuestros perímetros, qué perfectos y acompasados son los círculos yuxtapuestos que formamos. 




lunes, 20 de agosto de 2018

La vieja Europa. Y si te dicen que caí…




                         Levitar sobre un mundo que se ahoga en su propia podredumbre. 
                         Reír  para  liberar los demonios que llevas dentro.
                         Ser libre para poder saber de dónde vienes, quién eres, hacia dónde vas.
                         Resistir el asalto de los invasores fanáticos intransigentes.
                         VIVIR, a pesar de….
                          

domingo, 19 de agosto de 2018

Torre Vigía


Gudú trepó escaleras arriba hacia la noche, que se había apoderado de cuanto alcanzaban sus ojos. Impelido por un deseo acuciante que ni siquiera podía explicarse, ascendió a la torre más alta del Castillo Negro, allí donde los vigías oteaban el confín más alejado del horizonte, al acecho de posibles amigos o enemigos. Rechazó toda compañía -incluido el propio vigía- y se enfrentó, solo, a la gran tiniebla del mundo, a la enorme y oscura pregunta de lo desconocido.
- Ana María Matute -

sábado, 18 de agosto de 2018

Fortaleza



                
                      quocirca vivite fortes               
       fortiaque adversis opponite pectora rebus.  
- Q. Horatius Flaccus -



miércoles, 15 de agosto de 2018

A mi querida Atenea



El viaje compensaba todo el cansancio y la rutina del día. Nunca era fácil apaciguar soledades ni sufrimientos ajenos, cercanos. Dolor, frustración, inseguridad, miedo... cada casa ya como edificio en ruinas, apenas sostenido por cuatro frágiles columnas, sin techumbre. No saber, no estar preparados, asfixiar para respirar. Lamento del comodín ahogado, víctima inocente en semejante valle de lágrimas. 
Maldito Cronos.
De pronto, un destello inesperado. Detuvo el coche. Allí estaba, la descubrió sobre el árbol, altiva, majestuosa, nívea, sus miradas se cruzaron durante unos breves segundos, como si la estuviese esperando... hasta que alzó el vuelo, espléndida, regia, ¡impresionante! 
Instantes llenos de magia, de confianza. Uno de esos regalos inesperados. 
Regresó a su viejo e inseparable Renault, una dulce sonrisa dibujada en los labios. De repente, allí, en mitad de la noche y de la nada, se había encontrado con la mirada de ella, la de glaucos ojos. Atenea, mientras perdure el camino, ya eterna compañera de viaje. 
- Amelia G. Suárez -


martes, 14 de agosto de 2018

Pasión en vena



Ante mis ojos desaparece el mundo,
y por mis venas circular ligero
el fuego siento del amor profundo.
Trémula, en vano, resistirte quiero...
- Gertrudis Gómez de Avellaneda -


domingo, 12 de agosto de 2018

Vitae summa brevis



                                       Albus ut obscuro deterget nubila caelo            
                                       saepe Notus neque parturit imbris
                                       perpetuo, sic tu sapiens finire memento
                                       tristitiam vitaeque labores
                                       molli, Plance, mero, seu te fulgentia signis
                                       castra tenent seu densa tenebit           
                                       Tiburis umbra tui.
                                       - Q. Horatius Flaccus -



sábado, 11 de agosto de 2018

La añoranza del viajero: Calle Compañía



                                             Aquí vive el contento, 
                                             aquí reina la paz; aquí asentado 
                                             en rico y alto asiento
                                             está el Amor sagrado
                                             de glorias y deleites rodeado.
                                             Inmensa hermosura
                                             aquí se muestra toda, y resplandece
                                             clarísima luz pura,
                                             que jamás anochece;
                                             eterna primavera aquí florece.
                                                       - Fr. Luis de León -

viernes, 10 de agosto de 2018

jueves, 9 de agosto de 2018

Rojo sobre fondo negro




Intentaba avanzar entre aquel infame gentío, pero ni siquiera era capaz de adelantar unos pasos cuando se veía obligada, de nuevo, a detenerse. Una y otra vez  la misma escena repetida. Su angustia iba en aumento y sus peores temores no habían hecho más que comenzar a escenificarse. De súbito, sintió que algo terrible estaba a punto de suceder; allí, de pie, entre cuerpos ajenos que la asqueaban sin remedio, una fuerza misteriosa hizo que levantase su mirada para ver, aterrorizada, un imponente carruaje luctuoso y tétrico, guiado por cuatro raudos caballos de un negro azabache que parecían enviados por el  propio Hades; portadores de un imponente ataúd de ébano.  
Sobrecogida por la imagen que acababa de presenciar, de una forma inconsciente, autómata, se preguntó quién sería  el desconocido por el que se había formado semejante cortejo fúnebre.  Ni siquiera era consciente de haber realizado la pregunta para ser respondida, cuando,  con toda claridad, pudo escuchar la voz de una mujer que pronunciaba un nombre, el doctor Salazar de Ambós, insigne miembro de la Orden de San Juan.
Mientras oía la identidad del difunto, sus ojos seguían contemplando, perplejos, el esperpéntico séquito que lo acompañaba, recreando de una forma brutal y obscena el ritual fúnebre.
Ella sabía que, a pesar de todo, debía seguir su camino, sentía que necesitaba llegar a la vieja casona lo antes posible; además ya debía estar muy cerca, pues todavía recordaba que no lejos de allí se encontraba el sendero que solía recorrer en otro tiempo; un atajo perfecto, entre árboles de sombras plácidas y reconfortantes. 
Pero nada iba a ser como ella deseaba....


miércoles, 8 de agosto de 2018

lunes, 6 de agosto de 2018

Muneribus deorum



No has de llamar en verdad dichoso al que mucho posee; de un modo más apropiado lleva el nombre de feliz aquel que con más prudencia goza de los obsequios de los dioses.
- Horacio -


domingo, 5 de agosto de 2018

Daños colaterales




Apenas se había desvelado la aurora cuando creyó escuchar el crepitar de la cancela. No recordaba si llevaba allí mucho tiempo o si acaso sólo unas horas, pero sentía que aquel sucio y pestilente chiquero la había engullido sin compasión. Un paso, dos, tres, cuatro, cinco, seis, por diez. Miró a su alrededor, nadie la observaba; entonces comprendió  el porqué estaba allí, y con un tímido gesto que dejaba entrever una triste sonrisa, se dijo a sí misma que, por fin, ya era libre; pero  en ese mismo instante, el mundo entero se fue a la guerra.


viernes, 3 de agosto de 2018

A un lado del Campo Grande



      Todo es calma, luz y vida
  en la dulce primavera;
          mas ¡ay, cuánto es pasajera
    su belleza y su quietud!
             También gozó de su infancia,
     su vigor y su opulencia,
      esa ciudad, de existencia
     más remota y más feliz;
         mas si no alcázar de reyes,
     aun conserva la nobleza
           en que muestra su grandeza
      lo que fue Valle.de.Olid.
-José Zorrilla-

jueves, 2 de agosto de 2018

La edad de la armonía II




Charo también bebió mientras Carvalho enmendaba sus frustrados forcejeos en la chimenea y encendía un impresionante fuego con la ayuda de un libro que había seleccionado de su mellada biblioteca: Maurice de Forster.
-¿Es malo?
-Es extraordinario.
-¿Por qué lo quemas?
-Porque es una chorrada, como todos los libros.
  - Manuel Vázquez Montalbán -

miércoles, 1 de agosto de 2018

Sucedió en primavera



                 20:18 h. Estación  de Chamartín. Destino, Valladolid.
                 -  ¡Qué sorpresa! Tú aquí. No esperaba tu llamada.
                 -  (Sonrisa) Me imagino… Has llegado muy rápido,  ¿en metro?
                 -  No, en coche, a estas horas lo prefiero. ¿Cómo estás? Hace tanto tiempo…
                 -  Bien. Pensé en ir a casa para verte, pero me lié en el Museo. Ya sabes.
                 -  Dos cafés,  por favor.
                 -  Para mí, un expreso doble.
                 -  Y un cortado, gracias.
                Palabras, risas, miradas cómplices, honestas, entregadas, como las de aquella
                primera vez, y la segunda, y la tercera…
                El tiempo detenido en el espacio.

                21:30 h. La pasajera 58 no ha ocupado su plaza….  
                El viaje se pospone hasta mañana.