Si pasamos toda una vida con la misma persona, esa que habitamos y nos mira desde el espejo, unas veces alegre, sonriente; otras, en cambio, con el gesto enfurruñado, triste o pensativo... Entonces ¿por qué nos esforzamos tanto en cuidar, mimar, proteger, a un Nadie ajeno, y dejamos abandonado al propio? Hoy es un buen momento para cambiar. Regálate con generosidad una sonrisa plena de serenidad y ternura. No dejes para mañana....
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