Navegando con Mercurio
no pudo ser vencida -ni lo será jamás- ni la llaneza, ni la inocente vida, ni la fe sin error, ni la pureza, por más que la fiereza del tigre ciña un lado y otro el basilisco emponzoñado.
-ni lo será jamás- ni la llaneza, ni la inocente vida, ni la fe sin error, ni la pureza, por más que la fiereza del tigre ciña un lado y otro el basilisco emponzoñado.
ni la inocente vida, ni la fe sin error, ni la pureza, por más que la fiereza del tigre ciña un lado y otro el basilisco emponzoñado.
ni la fe sin error, ni la pureza, por más que la fiereza del tigre ciña un lado y otro el basilisco emponzoñado.
por más que la fiereza del tigre ciña un lado y otro el basilisco emponzoñado.
del tigre ciña un lado y otro el basilisco emponzoñado.
y otro el basilisco emponzoñado.
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